No sé si Julie Maroh se imaginó, tras publicar la vida de su personaje Clementine, la que se iba a montar tres años después en una sociedad que presume de modernidad. No por su culpa, por supuesto, sino por la estupidez de quienes creen tener razón por encima de todo y de todos.
Su cómic, "Le bleu est une couleur chaude", cargado de realidad, ha sido inspiración para el cine, en medio de una de las últimas revueltas sociales de la "Francia moderna".
Y es que a raíz de la aprobación de la ley del matrimonio gay en Francia, la sociedad más homofóbica, salió a la calle con ansias de destruir la igualdad. Miles de ciudadanos protestaron contra el gobierno de Francois Hollande.
Personalmente considero que esos miles son realmente una minoría que hace mucho ruido, y que a estas alturas, en Europa, no deberíamos estar hablando de lucha por la igualdad, derechos o justicia. Presumimos de una sociedad sana, por tanto esos conceptos deberían ser de lo más normal. Desgraciadamente la realidad sigue siendo muy distinta, así que seguimos hablando de homofobia, xenofobia, violencia de género y muchos más tumores sociales.
Ya sabemos que el arte está íntimamente relacionado con los cambios sociales, por tanto, la respuesta artística no se hace esperar y el director de origen turco Abdellatif Kechiche, lleva el cómic de Julie a la gran pantalla, consiguiendo la Palma de Oro en la pasada edición del Festival de Cannes.
La película también se ve envuelta en polémica, dado que el rodaje, según Léa Seydoux (Enma en la película), fue excesivamente duro. Califica a Kechiche como un genio, pero afirma que jamás volvería a trabajar con él.
Nos toca a nosotr@s, como espectadores, disfrutar y criticar la película, que se estrena en España el próximo viernes bajo el título "La vida de Adéle".
El cómic narra el crecimiento y la vida sentimental de una joven de instituto. Una chica humilde, que vive con sus padres y que lleva una vida como la de cualquier adolescente, influenciada por sus compañer@s de clase, su familia y la herencia cultural. Un día conoce a Enma, con su pelo teñido de azul, mayor que ella, más adinerada y lesbiana. Se fija en que va agarrada a la cintura de otra chica, y a partir de ahí, su interior se revuelve por completo.
La película hace una interpretación libre del cómic, por lo que no podemos esperar que el film sea fiel a la novela gráfica.
Tanto el cómic como la película tocan de forma crítica e hiperrealista la actualidad francesa, respecto a la rutina homofóbica en los colegios y la familia. Desgraciadamente ésta sigue siendo una realidad presente en otras sociedades europeas como la nuestra.
Les recomiendo el blog de Julie Maroh, dado que es una gran dibujante.
http://www.juliemaroh.com/
"No hay leyes en el amor" (palabras del director Abdellatif Kechiche).
Ya sabemos que el arte está íntimamente relacionado con los cambios sociales, por tanto, la respuesta artística no se hace esperar y el director de origen turco Abdellatif Kechiche, lleva el cómic de Julie a la gran pantalla, consiguiendo la Palma de Oro en la pasada edición del Festival de Cannes.
La película también se ve envuelta en polémica, dado que el rodaje, según Léa Seydoux (Enma en la película), fue excesivamente duro. Califica a Kechiche como un genio, pero afirma que jamás volvería a trabajar con él.
Nos toca a nosotr@s, como espectadores, disfrutar y criticar la película, que se estrena en España el próximo viernes bajo el título "La vida de Adéle".
La película hace una interpretación libre del cómic, por lo que no podemos esperar que el film sea fiel a la novela gráfica.
Tanto el cómic como la película tocan de forma crítica e hiperrealista la actualidad francesa, respecto a la rutina homofóbica en los colegios y la familia. Desgraciadamente ésta sigue siendo una realidad presente en otras sociedades europeas como la nuestra.
Les recomiendo el blog de Julie Maroh, dado que es una gran dibujante.
http://www.juliemaroh.com/
"No hay leyes en el amor" (palabras del director Abdellatif Kechiche).
