En un país de farsantes

...Hablamos nuevamente de la SGAE. La Sociedad General de Autores y Editores, nacida, en un principio para proteger a sus miembros de la piratería, ha resultado ser con los años, otra forma de enriquecer a unos pocos a costa de muchos.
La SGAE es un modelo que nos afecta a todos, desde el ayuntamiento de un pueblo remoto que quiere hacer una verbena, hasta la peluquería que pone música para entretener a sus client@s, amén de los que estamos castigados a pagar un canon por los productos que consumimos relacionados con el mundo de la informática.
Pero la realidad parece ser bien distinta a sus "objetivos principales".
De la SGAE nació la SDAE (Sociedad Digital de Autores y Editores). Esta filial era el instrumento a través del cual se desviaban fondos relacionados con la gestión de derechos, por venta de música en internet (entre otros). La SDAE fue considerada ilegal desde el principio. Por el camino nació el proyecto Teseo y apareció la empresa Microgénesis, que era la encargada de la gestión de gran parte de los derechos de autor por internet.
La SGAE, ¡menudo invento!. Como dice el dicho, quien hace la ley, hace la trampa. De ese modo, unos pocos han visto una forma de enriquecimiento rápido a costa de los demás. Los imputados hasta el momento son Teddy Bautista (presidente del Consejo de la SGAE y la SDAE), Enrique Loras (Director general de la SGAE y consejero de la SDAE) y Ricardo Azcoaga (director económico de la SGAE). Los cargos, apropiación indebida y administración fraudulenta.
La consecuencia: la desaparición misteriosa de más de un millón de euros, entre otras cosas.
Me pregunto qué pensará de esto el artista que intenta hacerse un hueco en el mundo musical. O qué pensará el escritor que decide publicar un libro en tiempos de crisis.
Yo sí tengo claro lo que pienso ¿tú no?

Nota: Teddy Bautista realizó un trabajo experimental a finales de los 60' donde realizaba una fusión de rock con la música electrónica del momento. En dicho proyecto, llamado Ciclos, se versiona Las Cuatro Estaciones de Antonio Vivaldi. Me pregunto si entonces pagó los derechos de autor de una obra que no era la suya. ¿Cómo lo haría?.