Caprichos de la naturaleza

Roque nublo, roque nublo
lírica piedra lunar
si a tu sombra yo he nacido
quiero vivir a tu sombra
y a tu sombra he de morir
el alma eres de mi tierra
fuego y lava junto al mar
el alma eres de mi tierra
fuego y lava junto al mar

(Sombras del Nublo. Nestor Álamo)

El viento resulta un agente erosivo menos intenso que el agua, pero en las regiones secas adquiere una importancia muy especial. Es notable no solo en los desiertos, sino en alta montaña, donde el aire es más seco.
El viento constante produce formas muy particulares, a veces espectaculares, en las rocas de las regiones donde actua con mayor intensidad. Por sí mismo, no tiene suficiente fuerza para producir efectos de meteorización, pero arrastra partículas que, cuando chocan con el terreno, lo van desgastando. Este tipo de erosión suele ser lento y, para que se produzca, el territorio debe estar desnudo, ya que la vegetación disminuye o anula el efecto de erosión.

Las grandes diferencias de temperaturas entre el día y la noche y las distintas estaciones ayudan, además, a que la roca se rompa y la erosión eólica pueda actuar con mayor eficacia.

De este modo la naturaleza nos regala esculturas a la que los seres humanos, en nuestra necesidad de creer, hemos dado distintos significados religiosos y culturales a lo largo de la historia.

En las dos primeras fotos aparecen dos vistas del Roque Nublo, en la Isla de Gran Canaria. En la foto siguiente, tenemos lo que llamamos la Ventana del Nublo, un lugar poco conocido pero de gran belleza desde donde se puede ver un amplia extensión de territorio del centro de la isla.

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