Hasta hace unas décadas, decir que los ordenadores formarían parte de la historia nos podía parecer casi una locura. Pero lo cierto es que han revolucionado nuestras vidas, hasta el punto de que prácticamente se puede paralizar la actividad de muchas empresas si el "sistema se cae". Hasta el punto de poder generar una revolución en la sociedad, unida a través de internet. Muchas manifestaciones de protesta se han difundido a través de internet, ejemplos no nos sobran en estos días. Lo que está claro es que forman parte de nuestras vidas y nos acercan a lugares totalmente desconocidos del planeta.
Hemos hecho una visita virtual a uno de los lugares de conexión de la gente que visita este blog, y nos hemos tropezado con algo muy interesante:
En Mountain View, California (EEUU) nos encontramos con el COMPUTER HISTORY MUSEUM, un templo que recoge en su interior una gran variedad de artefactos relacionados con el mundo de los ordenadores. Una idea interesante que empieza a repetirse en otras partes del mundo. Y es que, si ya teníamos museos dedicados a las cámaras fotográficas, a los instrumentos para matar, al cine o a tantas creaciones que forman parte de la vida cotidiana, ¿cómo no se iban a dedicar museos para las computadoras?
Lejos de parecer aburrido, les aseguro que ver las primeras computadoras de la historia resulta, como poco, interesante.
Réplica del famoso Atanasoff-Berry Computer, del año 1942
Mountain View es una ciudad muy interesante desde el punto de vista tecnológico, ya que, a pesar de ser una ciudad relativamente pequeña (unos 72.000 habitantes), es sede de numerosas compañías tecnológicas estadounidenses, entre ellas, Google. Además, es un laboratorio de Google, ya que toda la ciudad tiene acceso a Internet inalámbrico gratuito gracias a esta compañía. (Qué suerte tienen algunos).