Cuando padecemos epidemias comunes, como puede ser un catarro común, o la gripe, desgraciadamente la dolencia viene asociada a la impotencia y la sensación de pérdida de tiempo. La fiebre, es algo que golpea hasta al más fuerte dejándolo tirado en el sofá.
Pasando por un proceso gripal, se me ocurrió comprobar si los virus y las bacterias sirven para algo más que para fastidiarnos.
Pues resulta que sí, que se hace arte con bacterias vivas, hongos y microbios. Además, es un campo tan amplio, que se pueden crear unas imágenes de extraña belleza que pueden despertar en el observador la misma reacción que cualquier otra expresión artística.
Eso es lo que hacen algunos científicos para acercar la ciencia al resto del mundo, crear arte con los "microbichos".
Boxing 1, de Alexander Fleming.
Una de las obras, incluso, tiene un autor famoso, realizada por el Premio Nobel Alexander Fleming. Quizás Fleming fuese el primer científico en hacer pintura con microorganismos.
Sun, de Niall Hamilton.
De alguna manera, estos trabajos funcionan como una interfaz entre el arte y la ciencia y algunos son tan asombrosos que nos muestran todo un universo en miniatura.
Microcosmos, de Simon Park.
Quizás después de estas imágenes veamos el mundo de las bacterias de una manera menos molesta... o quizás no (dependerá de lo mal que nos encontremos).
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