Pero lo que me parece más increible e interesante de Piranesi fue la realización de su colección de grabados llamada Carceri d'Invenzione (1745-1760), donde utilizó de escenario las ruinas romanas para crear unos terroríficos calabozos donde espacio y perpectiva se convierten en la panacea de la locura. Una pesadilla donde la oscuridad reinante de los espacios distorsionados se mezclan en distintas perspectivas. Un lugar en que los túneles no van a ninguna parte. Las escaleras llevan a paredes sin salida y los pasadizos son una trampa. Un engaño para la vista, un sádico juego, una locura sensata de la imaginación de Piranesi...
Esta colección de grabados tuvo una gran influencia en el romanticismo del sigo XIX y en el surrealismo del siglo XX, pero también en los escenarios del cine.
Quién lo recuerda la primera película que se hizo sobre el Doctor Frankenstein, de James Whale, donde el escenario de la creación de un monstruo se desarrolla en un laboratorio oscuro y laberíntico, logrando unos espacios escalofriantes. Este clásico del cine de 1931, hace un primer acercamiento a la novela de Mary Shelley logrando llevar al espectador a un mundo tenebroso donde la idea de dar vida a un engendro se materializa en un mundo en blanco y negro.
Es realmente interesante ver cómo un arquitecto nacido en la cuna del siglo XVIII, pueda mantener viva su obra a través de distintas culturas y expresiones artísticas, haciéndose presente en la literatura, la pintura e incluso en el séptimo arte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario